viernes, 30 de marzo de 2012

Bermellón


Me gusta encontrarme en nichos inciertos
Y llegar a donde reina el silencio
Libre del peso que me fue impuesto llevar
al ser aborrecida, aun lo más dulce de mi corazón
Porque en éste juego me he vuelto peligrosamente buena
Y tal vez me siento viva y me miran diferente
Ni sumisa ni perdida, mucho menos complaciente
Pues de mi voz y de la gravedad bien sé tomar ventaja
Que mi corazón no te guarda odio ni paciencia:
Nada ni nadie me domina; mucho menos tú.
Perlas y rubíes sepultados entre cenizas
Donde desesperados, hurgan tus dedos
Acostumbrada ya al silencio que anidó en mí
Perdida la gracia de besos y caricias
Si te ofende lo que soy te pido por favor mirar al otro lado
Sé que no sentirás por mí lo que yo quiero
Y tu opinión, aunque me importa, no me hará cambiar.