miércoles, 12 de diciembre de 2012

Estrella

Hastío de sabores ordinarios
que jamás en mi boca probarías
y tu mirada que guardas egoísta
mezcla de deseo y frío, 
cautivadora y sombría... Y yo
con la duda de, si algún día 
bajo una blanca estrella 
nos volveremos a encontrar.

Tú que quisiste crearme
a tu antojo y tu medida 
para ser sólo tu mito
que por tu voluntad 
yo fui tu todo
en un momento de éxtasis, 
sin diluirnos en el tiempo.

Tu, que por cada paso que das, 
aunque de mi te aleje,
cada vez te acercas más
sin saber el hambre que 
tienes, hasta que has probado
saciarte...

Eres el mismísimo fuego 
que ignoras. 
De mis brazos el destino
y yo callada cómplice
quizá para tu camino. 

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