- Ese perfume nuevo que traes huele a brea…
–dice él.-
- ¿A brea? –pregunto yo.-
- Si, de la que se usa en los arcos de violín o de cello al afinarlos. Y también huele a… teibolera.
- ¡Oh! –contesto- quizá eso explica por qué hoy tu
jefe me tomó del brazo y lo apretó suavemente, como calando durazno.
- ¿A brea? –pregunto yo.-
- Si, de la que se usa en los arcos de violín o de cello al afinarlos. Y también huele a… teibolera.
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