No soy esa mujer que te estará llamando a cada rato para
saber en dónde estás. Rara vez me verás llorar; mi orgullo no me permite armar
teatritos. Sé dar un beso sin esperar nada a cambio, más que honestidad. Sé esperar
en la distancia y abrazar la presencia. No necesito, solamente quiero. No te
juzgo ni me juzgues.
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